Si
el estudio de vulnerabilidad detecta un componente altamente
vulnerable y si la decisión es no intervenir por razones de
costo, la empresa deberá contar, por lo menos, con el material
necesario para reponer el componente a la brevedad posible.
Por ese motivo, es recomendable que los almacenes de las empresas
consideren aquellos materiales y equipos que serán utilizados
en emergencias mayores y que sean difíciles de obtener en el
mercado nacional. También se recomienda que el almacén de repuestos
y accesorios esté descentralizado, que tenga una ubicación estratégica
y que esté protegido para que permanezca operativo durante la
emergencia (diapositiva
74).
La
dificultad de inspeccionar los componentes del sistema demora
la recuperación de los mismos, por ende, prolonga el periodo
de rehabilitación (diapositiva
75). En el diseño y construcción de las obras de
saneamiento se debe considerar la dificultad de acceso a algunas
zonas (diapositiva
76). Ante una emergencia, a fin de reponer el servicio
lo más pronto posible, las obras de rehabilitación generalmente
se ejecutan sin considerar medidas de mitigación y muchas veces
se repite o aumenta el grado de vulnerabilidad que había antes
de la amenaza. Las medidas de rehabilitación sin criterios de
prevención exponen a los componentes a iguales niveles de vulnerabilidad
y si bien resuelven un problema en el corto plazo, a la larga
resultan ser más costosos (diapositiva
77). Cada vez es más factible evaluar el comportamiento
esperado de los componentes físicos de los sistemas de saneamiento,
pero será difícil eliminar completamente los daños una vez se
presente el desastre. El objetivo de la mitigación de desastres
es reducir, hasta donde sea posible, dichos daños. Sin embargo,
la empresa no deberá descuidar la planificación de la distribución
del agua potable durante el desastre (diapositiva
78).